A fines de 2009 Manuel Castells presentó su último libro “Comunicación y Poder”. Un libro en el que el sociólogo catalán, reconocido por sus análisis sobre el impacto de Internet y las TIC en la sociedad, se explaya con un estudio sobre sociología del poder, al que relaciona en forma directa con la comunicación. Y, un libro, que cobra absoluta actualidad a partir del movimiento de los Indignados que urante todo el mes de mayo movilizó a España entera.
Si bien todavía el libro no ha llegado a las librerías argentinas, la red nos ha permitido leer la interesante reseña de Carlos Scolari que, si bien nos dejó con ganas de más, nos permitió entender con mucho mas amplitud la charla que Castells ofreció el 27/5 en la Plaza Cataluña de Barcelona a los Indignados catalanes.
Para Castells “el poder está en nuestras mentes. En nuestro cerebro. Según lo que pensamos hacemos unas cosas u otras y, por tanto, favorecemos algunos intreses u otros. Quien gana la batalla de las mentes, gana la batalla del poder. Una vez que la gente ya no se cree que el mundo es como es y hay que respetarlo así, será cuestión de tiempo y sufrimiento pero las relaciones de poder cambian. Por mucha dictadura y aparato represivo que haya…»
Al verlo –y escucharlo- hablar a miles de jóvenes que colmaron la plaza Cataluña, nos vuelven imagenes de la Argentina 2001, pero también la de nuestra argentina actual, bien lejana a la los “Indignados” europeos pero muy movilizada y entusiasmada en un debate tan interesante como endógeno: centrado en el cambio de las relaciones de poder desde y para el poder mismo (sólo basta ver a Beatriz Sarlo en 678 para comprobarlo) sin hacer foco en la crisis de la democracia participativa como sistema.
“Estamos viviendo en todo el mundo, una crisis muy seria de la democracia representativa, un sistema que fue una gran conquista histórica de los pueblos y que costó mucha sangre sudor y lágrimas pero que en este momento está necesitando unos cambios..
…A partir del momento en que se constituyen instituciones democráticas se constituyen partidos políticos que definen las reglas de participación política en función de sus intereses. Así se establece que sólo los partidos mayoritarios puedan gobernar. La distancia con los ciudadanos se acrecienta. Y a partir de allí la clase política se organiza como clase propia, entonces –sean buenos o malos, honestos o corruptos- coiniciden en que la política soy yo: La politica es el partido y el partido soy yo”, afirma Castells.
Miedo, comunicación y redes
Al analizar las razones de la protestas europeas y del mundo árabe, Castells explica que “el miedo es la emoción primordial del ser humano, porque todos somos descendientes de cobardes. Porque los que eran valientes y no corrieron lo suficiente fueron devorados por las fieras. Pero a partir de la intercomunicación en las redes, a partir de las personas se sienten más juntas, se pierde el miedo y esto empieza a influir en las mentes de las personas, que se dan cuenta que no están solas.
Una vez que la gente ya no se cree que el mundo es como es y hay que respetarlo así, será cuestión de tiempo y sufrimiento pero las relaciones de poder cambian. Por mucha dictadura y aparato represivo que haya”…
“Es necesaria una reconstrucción de la democracia, pero esa reconstrucción no la pueden hacer los que en este momento representan la democracia porque va contra sus intereses como grupo político. Y si alguien bien intencionado intenta cambiar las cosas, su propio partido se lo impide. Porque es el sistema en su conjunto y no las personas individuales los que están impidiendo este cambio porque hay muchos intereses. Por tanto si no hay una presión social, no cambiarán. Claro que es necesario que esa presión social se concrete en objetivos precsos y concretos”….
Aquí los videos con la charla completa.
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